Elegancia Sostenible (Parte 3: Ropa de Diario)

 ¡Fuera los juzgones!

Soy de la idea de que los hechos deben afectarnos; hay que actuar en base a ellos, no a las opiniones. Sin embargo, intentar tapar el sol con un dedo es complicado, y pretender que las opiniones ajenas no nos causan inconvenientes es engañarse. Si quieres crear un guardarropa sostenible y, más allá de eso, adquirir bienes o servicios que realmente se adapten a ti, en las cantidades que deseas y/o necesitas, debes empezar por defender tu identidad

y saber qué es suficiente para ti. Por otro lado, si eres de los que tacha a las personas con adjetivos despectivos, te aviso que gracias a esas actitudes existen conceptos como el fast fashion y el sobreconsumo de ropa.

Caso 1: Hay quienes, con suerte, tienen un guardarropa que les gusta, pero nunca uno que les encante. Por eso, tienen que recurrir a comprar una y otra vez porque nunca están satisfechos (sobreconsumo).

Caso 2: Algunas personas no logran definir un estilo propio porque están pensando en el "qué dirán", lo que puede llevarlas a caer en el ciclo sin fin de las tendencias (fast fashion).

No estoy a favor de la Moda

Para que algo esté de moda, muchas personas deben usarlo. Si todos estamos de acuerdo en que rara vez la gente coincide en su película favorita, ¿qué nos hace pensar que eso ocurre con la ropa? La moda es el disfraz favorito de quienes temen mirarse por dentro. Así que sí, es una de tus excusas para no pensar quién eres… Ups, ¿me pasé? ¡Lo siento mucho! 😒

¿Por qué ser Elegante? La Importancia de Saber Elegir

Durante mi adolescencia, las veces que pude elegir qué comprar para mi armario se pueden contar con una mano. La mayoría de las veces, mis familiares me regalaban ropa, y mucha. Rara vez me preguntaban sobre mis gustos, ni siquiera sobre los colores. Y cuando me daban dinero para comprar ropa, yo prefería invertirlo o ahorrarlo para otra cosa, porque ya tenía tanta que me sentía mal gastando en más.

Sin embargo, a pesar de tener mucha ropa, me sentía muy incómoda de cierta forma. En casa había reglas, como no mostrar nada del sujetador, ni un poco de la barriga. Además, si no tenía las axilas depiladas, no podía usar tops sin mangas o de manga corta. No es que me pareciera mal, pero si no podía depilarme, me quedaban solo blusas de manga larga, que eran calurosas para mi. Muchos de mis pantalones eran de tiro mucho más bajo que los tops que mis mismos familiares me compraban, y tenía que ponerse algo sobre el sujetador para cubrirme, lo que significaba aún más calor. Había muchos polos o blusas que, para usarlos, tenía que ingeniárselas para que no se viera el sujetador.

En otras palabras, yo debía adaptarme constantemente a la ropa. La ropa que sí era adecuada para mí era "poca", y como no podía repetir mucho la ropa, tenía que usar más variedad. Y ni hablar de otras cosas, como los colores o cómo me quedaba la ropa; muchas prendas tampoco me gustaba cómo me quedaban, y me sentía muy apagada con muchos de los colores de mi armario.

Debo decirte que fue un respiro cuando finalmente pude elegir por mi cuenta. No digo que mi adolescencia fuera terrible por esta tontería; al final, supe escoger entre esa variedad y sentirme cómoda. Además, fue una ventaja, porque nunca tuve la experiencia de seguir tendencias y, gracias a ello, conocí muchos cortes, telas y estilos de ropa. Pero sí sé que, después de aprender a elegir bien —es decir, a ser elegante—, mi armario se sintió lo que realmente es: el lugar donde guardo mi ropa, no un campo de batalla.

Nuestro estilo se define por…


La ropa de diario (o casual) es el centro de lo que vestimos, pues puede moldearse plenamente por nuestras elecciones, con la excepción del clima, no obstante sin restricciones de formalidad, color, etc.

En mi caso, vivo en República Dominicana y soy de las que siente calor con todo, a no ser que esté con aire acondicionado. Por lo tanto, si voy a comprar tops o vestidos, estos deben ser mayoritariamente bustier, de mangas cortas o mangas largas holgadas. Y para abrigarme, me resultan más convenientes las chaquetas o los blazers.

Ya con el asunto del clima resuelto, toca pensar en qué nos encanta más usar. Esto puede ser controversial, cada uno tiene ropa que a pesar de verse bien en el maniquí, no nos gusta como se nos ve; y eso no es baja autoestima, es saber qué nos agrada y qué no. No te compres algo que sea “bonito”, pero no uses porque te sientas fea. De la misma forma, no compres algo que te gusta cómo te queda, pero no te gusta su diseño. Y, ¡obviamente, compra ropa de tu talla! Comprarte ropa más pequeña o más grande para establecer el objetivo de tu cuerpo soñado no funciona; te vas a terminar juzgando. Cuando alcances tu cuerpo deseado, simplemente compra más ropa y vende o dona la que ya tenías.

Siguiendo con la ropa que adoramos, quiero que hagas el ejercicio de establecer lo que te fascina, mientras más específico, mejor. Aquí tienes mi ejemplo:

En mi caso, me encantan los pantalones de tiro alto (no me gusta nada de tiro bajo) que me definan la cintura y tengan ese efecto de alargar la pierna. Además, soy del team colores oscuros para los jeans. Me gustan distintos estilos: un clásico bootcut, pantalones ligeramente wide leg y amo los acampanados.

A nivel de tops, me gustan los estampados de flores, de líneas o de colores sólidos. En estilo bustier, corset y blusas de mangas largas holgadas, escotes en V, cuadrados o profundamente redondeados. En cuanto al largo de las mangas, me gusta la variedad; me encanta usar bustier, pero soy de las que, si no se depila las axilas, prefiere tener mangas 🤣.

De chaquetas, soy del grupo del relaxed blazer para uso casual o una chaqueta trucker slim fit. Y de vestidos, adoro los holgados cortos o los ajustados largos.

Combinar al Máximo


Mi recomendación es que si tienes un top, puedas usarlo con todos los pantalones. Que las chaquetas puedas usarlas con todos tus vestidos (si son de manga corta), cosas así. Ahora bien, si te gustan mucho los diferentes estilos de ropa, eres más colorida o te encanta estampados tanto en pantalones como en tops y puedes permitirtelo (y te hace sentir bien), no siempre todo debe combinar al 100 %. Aunque intenta que esto no sea la mayoría; la versatilidad es comodidad y rapidez al momento de elegir un conjunto.

Cantidades

¿Cuándo usamos esta ropa? En mi caso personal, los fines de semana. De lunes a viernes, uso ropa de trabajo o ropa para estar en casa. Así que hablo de ropa para usar 2 días a la semana, que es de 8 a 10 días por mes, si es que salgo y no voy a sitios como playas o a correr. Por lo tanto, en mi caso, para rotar la ropa y que me dure más, además de poder acumular suficiente ropa sucia para poner una lavadora sin gastar agua innecesariamente, y para no sentirme agobiada, mi cantidad ideal es:

  • 💖3 Jeans

  • 💖2 Chaquetas

  • 💖2 Vestidos

  • 💖12 Tops

Si sigo mi criterio de máxima combinabilidad y que cada atuendo me gusta por igual, y el clima no representa un impedimento para elegir uno sobre otro, significa que tengo disponibles:

Atuendos sin chaquetas:

(12 Tops×3 Jeans)+2 Vestidos=38 combinaciones

Suponiendo un mundo donde nunca tengo frío, y suponemos que salgo todos los fines de semana del año, tenemos:

38 (cantidad de combinaciones)52 (semanas del año)×2 (dias/fin de semana)​≈2.7 o 3

Esto significa que aproximadamente un mismo outfit (pantalón + top o vestido) lo usaré a lo mucho 3 veces en un año, así que es una buena rotación.

Materiales

Esto se elige en función del clima, de la frecuencia con la que puedes planchar, la durabilidad (por la sostenibilidad) y el tipo de ajuste que deseas.

En mi caso:

100 % Lino o 100 % Algodón, pues son materiales frescos, "rígidos" (principalmente el algodón) y duraderos (mínimo una década). No obstante, pueden tener cierto porcentaje del 1 al 5 % de elastano, pues es un material necesario si quiero prendas ceñidas y flexibles a mi cuerpo, como los corsets. El lino me gusta, pero para prendas de poca tela, es decir, no mangas largas u oversized, ya que se arruga mucho.

Último Ejercicio:


Al tener ya todo bien definido, te toca armar tu guardarropa. Este fue el mío:

[https://drive.google.com/file/d/10spuUpnZQG8YaoGOP-NS6nbHHaCgUYnJ/view]

Conclusiones


El total de mi ejercicio dio $1221.83, que son $611 pesos dominicanos mensuales (asumiendo una durabilidad de mínimo una década), o un poquito menos de $11 mensuales. Lo cual resulta a la larga mucho más económico, pero lo más importante es que, debido a la planificación, te sentirás que es suficiente lo que tienes y encontrarás mayor placer en las pequeñas cosas, pues es ropa que elegiste.

Mientras menos dinero dediques a gastar por motivos de sobreconsumo, podrás dedicarlo a cosas más importantes para ti, ya sea inversiones, experiencias, tus hobbies, tus relaciones, etc. Recuerda que cuando decides comprar algo de $30, dejas de comprar algo que cuesta lo mismo o menos. Cada dólar que das es un intercambio del tiempo que dedicaste trabajando; decide si es un trato justo por tu tiempo, conscientemente.

Sea cual sea el monto que te dio, puedes establecerlo como una meta de ahorro a corto o mediano plazo, pero no te endeudes. 

¿Cual es el fin de luchar contra dictadores externos que destruyen la autenticidad, solo para coronar uno interno? Parece que a veces, elegimos ser nuestro propio verdugo…

Atentamente

Tu Gasto Real.

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